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lunes, 21 de noviembre de 2016

Ultima parte
El Trabajador


Redoblando esfuerzos y con ánimo beligerante, en lontananza distinguieron a un tipo que venía renegando y profiriendo maldiciones el hombre aquel, sus pertenencias bajo el brazo llevaba, pensando que diría al legar a su casa, donde tres bocas esperan el sustento diario y una más que por llegar estaba; llevaba un cheque que le indicaba cuanto lo “apreciaba” la empresa por sus esfuerzos y dedicación tras varios años de colaborar en el negocio que cuando fue requerido en forma extrema supo cumplir, que cuidó los activos de la compañía y que demostró su profesionalismo en todo sentido justificando el pago que recibía; si, donde quedaba aquello, como si una cantidad de dinero fuera realmente compensatorio en estos tiempos de escases en que de un día para otro los precios suben sin estar plenamente justificados su aumento. Ahora bien, a decir verdad que otra defensa tienen los empresarios ante la baja de la producción por poca comercialización ya que los mexicanos en un buen número prefieren comprar artículos de exportación por la calidad o precio que se dice tienen esos otros (no importa la paridad, como observamos en estos tiempo), que a lo mejor en algunos casos si se pudiera justificar, pero la invasión de productos chatarra y “pirata” está a la orden día, que han avasallado nuestros mercados ya sea por importaciones o introducción ilegal, que de acuerdo a las bondades que nuestros gobernantes demuestran, han cedido como condiciones de facilidad en las firmas de los tratados de libre comercio que han y están lastimando nuestra economía en una llamada globalización de la producción, donde los más fuertes y mejor preparados tienen las de ganar buscando siempre mercados de producción donde puedan pagar salarios de miseria, aún más bajos que el bien llamado salario mínimo de México que como bien se sabe no alcanza para cubrir las necesidades básicas de un ser humano, aunque diga la Ley del Trabajo en su artículo 90, capítulo VI, que es para proteger la capacidad adquisitiva del salario en la adquisición de satisfactores. Según lo mencionado por los estándares de los organismos internacionales estas condiciones no se dan en un número muy importante de mexicanos, pues los sueldos que perciben ciertos obreros y algunos trabajadores no alcanzan para producir dichos estándares de bienestar. Se ha llegado a copiar y mal reproducir productos típicos no solo de nuestro País, sino de otros muchos. En el caso de México la cerveza, el tequila y hasta la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, entre otros muchos que han perdido fuerza de venta como productos mexicanos y porque no decirlo también de algunos otros países, marcas y patentes que consideraban como representativos locales están siendo “pirateados” sin pagar el derecho de autoría o representación, dentro de los cuales podemos mencionar a Walmart, que en China se llama Wumart; Rolls Royce conocido allá como Geely GE; o su propia versión de Harry Potter con personajes propios; Starbucks que ellos conocen como bucksstar coffee; Pizza Hut que ellos llaman Pizza Huh, y al extremo de abrir una tienda Apple con sus propios productos, o en el descaro, en lugar del dispositivo iPhone, copian y producen llamándolo HiPhone; en fin, ello sucede a pesar de que los países que tienen registrada dicha patente o marca se dan cuenta del fraude por robo de tecnología y autoría, pero sucede en un lugar donde no es posible decir o hacer algo al respecto, ni las grandes industrias pues es un mercado sin acceso al mundo occidental, es decir, pueden hacer lo que quieran copiando y robando tecnología y derechos de autoría; que claro si lo quisiera hacer México u otro país en vías de desarrollo o subdesarrollado o del tercer mundo no lo lograría por la intervención del poderío norteamericano o de cualquier otro de los llamados países industrializados; aunque bien se sabe, que a modo muy local se puede hacer sin que les afecte a esos consorcios internacionales y a nadie le interesa pues no tiene efectos macroeconómicos (piratería o mercado negro mexicano). Pues bien, regresando al caso de nuestro candidato a la tristeza y al dolor, como decirle a su familia que en el trabajo ya no era necesario, que todo tipo de excusas había recibido para sus servicios ya no ser requeridos; que si la edad, la inflación, la baja en las ventas o el aumento en los costos, que se yo, tantos posibles justificantes que pueden argüir los empresarios para enfrentar estas decisiones que solo ellos pueden aclararlo. Aunque en realidad, que justificantes pueden ser estos para muchas familias, por no decir miles, que no tengan para comer y quedarse sin techo pues esto se convierte en una cadena que ahorca al más débil, al que tiene menos defensas, el que no puede pagar un despacho de abogados o profesionales que lo asesoren y defiendan ante al abuso y aprovechamiento de grandes entidades; en estos momentos él no lo entendía, no alcanzaba a comprender como puede ser más importante el dinero que las personas. Sintiendo los brazos de la angustia cerrarse sobre sí, las caritas de sus angelitos felices de verlo, se imaginó; recordando la atención esmerada diaria de su compañera, se sonrojó, y por si fuera poco, la magnitud del milagro próximo a ocurrir lo invadió. Sí, su hijo estaba por nacer que mayor bendición que esa, ninguno de mis hijos ni mi esposa se merecen que los haga sufrir por una tonta decisión. Sacudiéndose a los tristes personajes que lo apabullaban, su camino enderezó; regresando al flujo del arroyo peatonal para no perder su dignidad y amor por todo lo ya recibido, y mucho menos el sentir derrota alguna, sino simplemente un alto en el camino para aprender del pasado y continuar la lucha diaria que es lo que significa la vida, sin dar ni pedir cuartel, pensando: ¡Puede que si los haya, pero yo no soy de esos!, ¡No Señor, yo no estoy derrotado, cuantas veces me caiga, las mismas que me levanto, expresó!
Otro bonito pensamiento, caray que “padre” que se piense así, esto realmente nos debe proveer esperanza, porque en verdad todos deberíamos ser personas propositivas y luchar denodadamente por alcanzar nuestros sueños, entender que las adversidades son solo momentos de uno o varios altos en nuestro diario devenir y que debemos vencer los obstáculos que se nos presenten en aras de alcanzar el bien mayor, como bien dicen las frases de superación personal: “que los árboles no nos impidan ver el bosque…” dicho popular que nos indica que tenemos que ser profundos y no dejarnos llevar por lo inmediato; “cada fracaso supone un capítulo más en la Historia de nuestra vida y una lección que nos ayuda a crecer. No te dejes desanimar por los fracasos, aprende ellos y sigue adelante”. Nick Vujicic, de Una vida sin límites; y por último esta frase que tiene que ver con todos nuestros males, y que en ocasiones nosotros mismos dimensionamos en forma desmedida, provocándonos verdaderos escenarios de pavor, mismos que nos orillan a pensar en cometer tonterías: “El miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son”. Tito Livio
Ahora apreciados lectores, por favor imagínense las expresiones de nuestros especiales personajes que se sentían triunfadores, si, de película dignas de aparecer en lo mejor del espectáculo; por ello, lo mejor será darles espacio y no acercarme mucho, no vayan Ustedes a creer que es miedo, pero más vale que me aleje un poquito hasta que se pongan a trabajar nuevamente, esperemos a ver si les quedan ánimos…
El Empresario


Presos de sus mismas emociones, la doña Tristezina y don Dolorino mascullaban para sus adentros los fracasos, pues las posibles víctimas ya no eran tales y se les estaban escapando las oportunidades. Haciendo acopio de fuerza a lo lejos, su posible salvación observaron; entre los matorrales alguien con urgencia su presencia reclamaba cual fue su sorpresa, que un tipo bien vestido y bien acicalado presto estaba a quitarse la vida, que situación podría provocar semejante decisión cuando nos disponemos a cortar algo que por donde se le vea tiene aspectos positivos, pues al fin de cada jornada siempre habrá esperanza, que es el motor que mueve al mundo porque de lo contario tendríamos que reconocerle a este individuo y a muchas otras personas que tienen razón, que la salida fácil es mejor pues aunque digan que es difícil tomar la decisión de suicidarse lo es más todavía el aguantar y hacer frente a aquellos que nos orilla a tales extremos, si, esa es valentía no lo otro; si, el decidir suicidarse es realmente una salida fácil y pudiéramos decir cobarde. Para tratar de justificar su decisión está el que dice: “no pude resolver mis deudas no me queda otra que morir para no enfrentar mis responsabilidades”, y yo le preguntaría que pasará con los seres queridos y los que dependen de ese alguien, que no sería mejor seguir intentando e incluir a los tuyos en las posibles soluciones que siempre habrá; pues las personas, instituciones o negocios a los que se les adeude están en la mejor disposición para recuperar al menos parte del capital en cuestión, el dinero va y viene, pero la vida es una y cuando se le da termino ya no es posible echarse para atrás, él hubiera no existe dicen los que saben, ¿será verdad?. Otros aducen: “el amor de mi vida ya no me ama o me engañó”, y que si fue así, siempre habrá alguien más en nuestro camino y si no, pues disfrutemos la soledad o aprendamos a hacer amistades con mayor facilidad y dejemos a esas personas que nos abandonaron o que nos engañaron, con un palmo de narices demostrando que podemos seguir adelante sin ellos porque la vida lo vale, recordando el dicho: “déjalo libre, si es tuyo…”. También se podría escuchar el lamento de aquellos que han probado el camino difícil de las drogas, que al inicio podría ser placentero y hasta halagüeño por las sensaciones que pueda provocar, dirían algunos de felicidad, de éxtasis o de libertad; sin embargo, siempre sensaciones que solo duran un momento y las consecuencias o secuela que normalmente deja el hacerlo duran mucho más tiempo que lo “gozado”, y sobre todo pensar un poco en qué pasará cuando ya estemos bien “enganchados” y tengamos que conseguir dinero de algún modo para satisfacer esa necesidad o dependencia que las adicciones provocan, además de las consecuencias de salud y bienestar mental que ello origina. Que puede obligarnos a pensar: “ya no soporto vivir esta vida cruel…”, donde el más cruel sería uno mismo por nuestras malas decisiones y que en algunas veces es falta de voluntad y valentía para decir NO, no quiero lastimar mi cuerpo ni mi mente, gracias, tengo muchas otras formas de incitar mi mente y mi cuerpo sin depender de fármacos o alucinógenos.
Pronto se enteraron que de un empresario se trataba, tan duros y fríos como suelen ser también son susceptibles de atrapar dijeron; nuestros queridos aliados, como lo son las deudas, el fisco, los malos amores y las dificultades laborales entre otros; el trabajo ya nos han simplificado ahora nosotros la obra hemos de culminar. Fácil de empujar, su nivel de vida muy por debajo de lo normal ha de estar, la constante persecución de bancos y fisco lo ha hecho flaquear, o en su caso, el lógico abandono de amores interesados por la caída misma de ese su imperio la estocada le vinieron a dar, justificantes plenos de la desdicha orillaban a este sujeto a perder el activo más valioso con que cuenta el hombre: Su vida. Un pago último y definitivo, sin más retorno, sin más oportunidades que buscar para las deudas a su modo poder saldar. El advenimiento de la oscuridad total, el hecho de ya no poder intentar otras empresas, de ya no poder acariciar otros triunfos. La certidumbre de ya no poder aprovechar la experiencia adquirida, el no lograr la siempre anhelada segunda o tercera oportunidad, el número de veces que fuere posible, el no estar más con su familia. Todo esto y más pasó por la mente de este hombre provocándole un estremecimiento que lo sacudió; arrojando lejos el arma que su mano sostenía lo siguiente consideró: de la cárcel podría salir, para volver a adquirir bienes capacidad tenía, reconquistar sentimientos buenos perdidos también, volver a empezar como su abuelo lo hizo, un reto sería; pero, volver a vivir, eso nunca lo lograría. Si, vete lejos tentación que sin haber muerto, aquí  hay un hombre que ha vuelto a nacer.
Mientras la densidad de la noche fue pasando, dando lugar a un nuevo día se fueron diluyendo con ella los maltrechos restos de nuestros aguerridos personajes, que por hoy sin equipaje se fueron; aunque estoy seguro que por ahí han de seguir acechando, esperando a otras posibles víctimas. En su partida y ante tantas dificultades encontradas exclamaron al unísono: “no resultó tan fácil a esta gente conquistar, pues al final casi siempre gana ese pequeño gran sentimiento que es el Amor”.
En momentos de introspección y siendo severo conmigo mismo me pregunto por qué, si para otros con más dificultades y limitaciones la vida es hermosa y luchan por vivirla plenamente, sobresaliendo en ella para vivirla dignamente contra todo pronóstico; para los que todo lo tienen, les es más difícil su camino encontrar ¿será que el sufrimiento es la fragua de la vida, que nos templa para ser mejores cuando estamos hechos con buenas bases? ¿Será que tenemos que tocar fondo para entender y apreciar lo que tenemos y cambiar nuestro modo de ver y hacer? Como dice la canción del prolífico compositor Juan Gabriel, qpd,: “Pero qué necesidad para que tanto problema…”. Historias de vida nos cuentan diariamente los esfuerzos titánicos que algunos de nuestros semejantes hacen para salir adelante superando todo tipo de adversidades físicas, dándonos con ello muestras de voluntad férrea y de ganas de triunfar; podemos mencionar también a aquellos que han sido privados de su libertad, justificada o injustificadamente que no dejan de luchar por recuperarla e incluso hacen planes de superación personal para enfrentarse a su destino; asimismo, hay muchísimas personas con enfermedades terminales que incluso ayudan a otras personas o que se preparan dignamente para cuando su anunciado fin llegue. Sí, tenemos demasiados ejemplos pero a veces decidimos hacer lo que en su momento dijo el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari: “Ni los veo ni los oigo” dirigido a ciertos parlamentarios del Congreso de la Unión que protestaban sus propuestas y acciones de gobierno. En fin, si en verdad somos conscientes de que solo tenemos una oportunidad de vida y que ofrece las mismas oportunidades para todos aunque a veces no nos lo parezca porque al parecer si inclina más de un lado que del otro, recordemos que el Sol sale para todos, que solo es saber distinguir las oportunidades y saber aprovecharlas decidiendo lo que más convenga sin dañar a otros, haciendo hincapié en que es preferible estar en posibilidades de poner la frente en cualquier lugar y en cualquier situación, la honorabilidad ante todo.
Como todo lo que empieza tiene un fin, este breve cuento ha concluido, despedimos a doña Tristezina, que se va más triste que cuando llegó, pero que no pierde la esperanza de encontrarnos en cualquiera de los caminos que recorremos en nuestras ajetreadas existencias a sabiendas de que en cualquier momento puede visitarnos para inculcarnos esa tan especial forma, más que de vivir, de sufrir; y don Dolorino que se va adolorido y mancillado en su orgullo, pues aparte del enojo que este fracaso momentáneo le hizo sufrir, le duele todavía más el entender que los seres humanos son capaces de recuperarse de sus dolores, lo que lo obligará a preguntarse en que ha fallado, o que no hizo bien, lo que llevará buen tiempo.
Y pues sí, yo Severino de la Concordia me comprometo ante Ustedes a seguirlos de cerca para prevenirles de aquellas acciones que estas “criaturas” intenten innovar para incluirlos en su lista de “clientes” cautivos, además de que por allí me encontrarán pisándole los talones a otros personajes que ya mencionamos y que como bien entendieron son bastante dañinos, lo son tanto que en ocasiones no nos damos cuenta de que ya fuimos sus presas y que están gozando con nuestro comportamiento y actitudes, lastimando con ello a nuestros seres queridos como consecuencia de dichas actitudes.
En estos momentos, monto mi fiel y obediente corcel de madera y parto en pos de la aventura, con el ánimo de emular al Caballero de la Triste Figura y luchar contra los “monstruos” que acechan las existencias de Ustedes; ah, y para que sea completo el personaje, ando en busca de un fiel escudero, jeje.
Figuras:
Fuente: http://mamiverse.com/es/limpieza-ama-de-casa-44689/

Moraleja

No busques en otros no lo que puedas dar, ni desees para ellos lo que no quieras para ti; entre más pronto recuperes tu buen ánimo y disponibilidad, más rápido tendrás los beneficios de disfrutar lo bueno de la vida, que siempre está al alcance nuestro: Salud, bienestar, buenos sentimientos y lo mejor de todo, las ilusiones ya sean individuales o compartidas que nos proporcionan el combustible para enfrentar cualquier percance y alcanzar un sinnúmero de metas, que al fin y al cabo son el aliciente que todos buscamos y que día a día modificamos, todo de acuerdo con lo hermoso que es la vida por donde se la quiera ver; y que mejor ejemplo que el de nuestros hermanos con capacidades diferentes, que tienen el ánimo de salir adelante, y lo mejor, que lo logran y nos dan lecciones de vida a los que según esto, tenemos todas nuestra capacidades en activo; si, que lección recibimos y muchas veces no la aprovechamos, en nosotros está la solución, ¿qué no?
Atte. SSS
Don Severino de la Concordia

Caballero Ambulante al servicio de los demás
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Fuente: https://www.taringa.net/post/info/11988064/Historias-con-moraleja-y-psicologia-para-reflexionar.html

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