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jueves, 17 de noviembre de 2016

El Turistero y… sus cuentos.
El cuento deUrcelay

Doña Tristezina y don Dolorino

Dos sombríos personajes al acecho

Parte 2
El Ama de Casa


Ya después de sus discusiones y desazones y haber expresado sus emociones y frustración por haber dejado escapar a su primer “cliente”; camuflajeados entre los arbustos nuestros aguerridos personajes y como dijo don Dolorino, motivados por el desaire sufrido con el estudiante, a lo lejos distinguieron una ama de casa que empujaba un carrito de bebé, que se le notaba su condición por su forma rápida al caminar, hablando sola de los pendientes que tenía que cubrir en un corto tiempo: que el mandado diario para la comida y llegar a tiempo para prepararla, porque no alcanzaba el dinero como para comprar la despensa de toda la semana, además de que siempre hay necesidad de artículos de última hora, como algunos perecederos que deben ser frescos para que no afecten la salud de la familia, sobre todo la de los menores; para en seguida tener que pasar por la ropa a la planchaduría, que tal vez hubiera estado mejor hacerlo ella pues cobran mucho y no hacen un buen trabajo sin mencionar que algunas veces no cumplen con la fecha de entrega y hasta los botones pierden; pero que trabajoso el hacerlo sobre todo en tiempos de calor, que ahora estos periodos ya son más frecuentes y más largos, se preguntó ¿será esto por el famoso cambio climático?; será “chana” se contestó, pero aparte de la incomodidad que produce, sube mucho el costo de la “luz” sin razón justificada pues la paraestatal nos dice que somos autosuficientes en este energético, entonces no entiendo por qué suben las tarifas y además en ciertas zonas de la República Mexicana que es altamente necesario el contar con aparatos enfriadores de aire, todavía son más elevadas estos precios, tal cual como sucede con los gasolinazos mensuales –nos dicen e insisten que somos dueños y productores y que tenemos cuantiosas reservas que nos hacen una potencia en este tipo de energéticos, que ha decir verdad, ya deberían haber sido sustituidos al menos en parte por las nuevas tecnologías de que tanto hablan en otros países-, y continuó: estos incrementos desmedidos hacen que todos los productos del mercado suban porque todo lo que se traslada en vehículos que les llaman de combustión interna, todavía esperando que las promesas de la Reforma Energética se cumplan y tanto los precios de los combustibles fósiles como el fluido eléctrico realmente se contrajeran y se hicieran menos onerosos para los usuarios. ¡Uy, qué bonito pensamiento! ya regresamos a lo utópico dijeran algunos, pero en fin es mejor ser positivos que vivir amargados; exclama ella ¡bah! y luego dice mi marido que una no sabe de estas cosas de producción y de política, en fin lo único que sé es que con lo que dan de gasto no alcanza, eso sí es saber de economía mi señor. A modo de presión para con ella misma, se recordó que todos estos son los pendientes exclusivamente matutinos; además, tenía que hacer los pagos que le encargó el esposo porque no confía en los medios electrónicos, pensó, “ni que fuera el único que utilizara ese medio, en la TV dicen que es seguro, pero él y sus ideas, en fin…”; y por si fuera poco, llegar a tiempo para recoger al hijo de primaria, esperando que no lo hubieran reportado y tener que platicar con la profesora, como la semana pasada cuando él y sus amiguitos rompieron un cristal de las oficinas y que se los cobraron como si fuera de oro.
Con sonrisas socarronas, se dijeron una al otro, doña Tristezina y don Dolorino, esta señora es nuestra, se le nota lo cansada, que bien pudiera ser por la vida rutinaria que lleva, el diario trajinar en su hogar, ajena a motivaciones e incentivos –como de esos que propusieron algunos diputados, para que se les asignara un sueldo doméstico o que se les pagara un aguinaldo, iniciativa positiva que como siempre, no funcionó-. También ausente a palabras de aliento y demostraciones de amor que ya no son las mismas de cuando se casaron o todavía peor, de cuando eran novios y todo parecía color de rosa para ellos con sus sueños e ilusiones, pero sobre todo con los detalles de uno para la otra y viceversa, ¡Snif!, ¿dónde quedó aquello?; por todo esto y por otras muchas consideraciones como lo es lo económico que no alcanza, que hay que hacer estiramientos y milagros con el poco dinero con que se cuenta para al menos tener una vida sino placentera, con comodidades en ciertos aspectos como lo son los servicios básicos, la alimentación, un techo y el vestido que nos da al fin y al cabo una cierta presencia en el entorno en que nos movemos. La mayoría, si no todos, estamos Inmersos en un ritmo de vida en el que todo debe ser rápido, perdiendo lo hermoso que puede ser el disfrutar los momentos bonitos o especiales que toda familia sin distinción tiene y que en su momento fue el motivo para formarla, para convivir, jugar y porque no, discutir los temas del momento y situaciones familiares que son la sal de la vida, lo que nos permite considerarnos humanos y aprender a apreciarnos unos a otros. Asimismo, piensa ella misma, es necesario mencionar los desaires de los hijos y del propio marido cuando después de haber puesto todo el empeño y sus deseos de agradar en la preparación de los alimentos, que al final ingirieron de manera sistemática, ni un pequeño reconocimiento de un gusto satisfecho tuvieron a bien dirigirle, mucho menos considerar el esfuerzo y dedicación por atenderlos; obviamente consideraciones y pensamientos válidos, pues son momentos en los que ella se guardó su descontento para no generar una discusión en la que siempre pierden todos, ya que además de todo lo anterior, debe ser la conciliadora, la enfermera, la psicóloga y porque no decirlo, también la asesora escolar y laboral, la que tiene que perdonar a todos sin sentirse perdonada. Si, en ese instante dejóse tentar por nuestros singulares personajes y en un espacio de su abrumada mente la tristeza hizo presa de ella preguntándose a sí misma, ¿porque aguanto tanto? no es justo, el cree que su trabajo es más importante que el que yo hago, todos los días me lo recuerda: hice esto o aquello, me dijeron o dije, logré la meta o me regañaron por no hacerlo, todo girando en torno suyo, eso quiere decir que lo que yo hago no tiene mérito, que los esfuerzos y las complicaciones del hogar por no tener un patrón son menos que las de él, aunque en realidad tenga más patrones que él, que supervisan, que critican y que en muchas veces menosprecian el trabajo realizado y que además se hace sin recibir ningún sueldo por ello, solo el dinero destinado a los gastos y compromisos, siempre lo justo para compartirlo con ellos mismos en el llamado gasto del hogar, si, estuvo a punto de decir que se vaya todo allá donde no podemos mencionar, a lo más lejos posible y sin querer ser grosera pensó, quiero preocuparme por mi misma, por mi futuro y ganas de hacer algo de lo que me sienta satisfecha, sin tener que dar cuentas a alguien, muchos menos a varios; tener la oportunidad como él de irme al bar con los compañeros del trabajo, o a un viaje de entrenamiento o de capacitación que más da, de lo que se trate el viaje solo que me permita salirme de la rutina que me está aniquilando, que alguien me tome en cuenta y que valore lo que hago, a su vez se sorprendió preguntándose: ¿que puede ser más valioso que la vida de los que quieres y a los que atiendes en todo sentido, que sería de su capacidad y responsabilidad en el trabajo si no tuviera alguien que le facilitara todo en su hogar: alimentos, ropa, atención a los hijos y aseo entre muchas más responsabilidades?; todo esto acudió a su mente y las ganas de llorar acudieron a sus ojos, que se rasaron de lágrimas mal contenidas, queriendo lanzar un reto de desesperación a modo de grito de un guerrero que está dispuesto a luchar en el campo de batalla hasta quedar exhausto por el esfuerzo y la entrega. En eso, el llanto de su pequeña criatura lejos toda esta sensación arrojó, pues con la preocupación instintiva del ser más precioso que es la madre, que lo da todo sin pretender recibir algo a cambio, al menos de forma planeada la tristeza desapareció se esfumó; su lugar lo ocuparon las risas y alegrías de su pequeño ser, imaginando de inmediato lo que en el futuro este podría llegar a ser: arquitecto tal vez, a ella le gustaba la armonía tal vez a su bebé también; a lo mejor médico, que sería algo especial pues en la familia en general no había ninguno todavía; y porque no, tal vez miembro de la realeza de algún país lejano, como en la novelas o cuentos de hadas, y más que real, como ha sucedido con algunas de las bodas de príncipes con “plebeyos” que publicitan exageradamente los medios informativos sociales, puede ser cierto se dijo no es algo inverosímil, todo puede suceder en la vida la cuestión es disfrutar de nuestros sueños e ilusiones, pues cuando estos se cumplen se pasa muy rápido el momento de gozo o satisfacción; en efecto, debemos disfrutar nuestros planes y sueños ya que a veces duran más que las realidades. La ilusión no tiene límites y ella su camino continuó dejando la oscuridad atrás, pues todo lo que el ama de casa hace tiene como finalidad el dar vida; si, vida para todos los suyos. No existe cosa más importante por donde se le vea y todo esto lo dejó pasar como un secreto íntimo sin que nadie supiera la tentación que había vivido, muy suya, y con el deseo de seguir siendo la vela que orienta y da fuerza al velero; sin saberlo o estar consciente de ello de su hombro ella expulsó la presencia de los alicaídos personajes que para el caso, con el contagio de las sensaciones que provocan ya lo consideraban un buen trabajo realizado; con la cabeza en alto ella su camino prosiguió aceptando sus responsabilidades a sabiendas que aunque no se le reconociera su participación, esa si existía, y es muy importante para que los demás sus sueños alcanzaran, entendiendo íntimamente que ella los estaba alcanzando, pues procuraba el bienestar de su preciosa familia; esa es su ilusión, esa es la meta de alguien que vale mucho y se entrega a los suyos; ¡wow que bonita forma de pensar, “yes”.
En ese momento se escuchó que don Dolorino lanzó una maldición, misma que no es me posible referir en esta obra pues podrían censurarla, la hizo preguntándose qué estaba pasando, pues era el segundo caso seguro que se les escapaba de las manos, increpó él a doña Tristezina diciendo que como era posible que algo tan vano para ellos pudiera ser tan representativo en la vida de un ser humano que se estaba ahogando, que estaba en la orilla del precipicio. Ambos se dijeron, que no era posible que ello pase con este tipo de gente que ya eran suyas, expresando amargamente: “nos pertenecen por derecho propio pues parecen haber perdido todo, deben sentirse abandonados y acabados por las condiciones en que viven y mira como resultó esto Tristezina, no es justo, eso que ella piensa y antepone a su propia vida no va a regenerar ni mejorar su existencia por solo el hecho de pensar así, es que no lo entiende, nosotros le ofrecemos más que eso y lo está abandonado; “si Dolorino” le contestó ella, “nuestro ofrecimiento tiene mayor peso y valor, estamos seguros que es mejor que olvidase y abandonare todo para dedicarse a ella misma de una forma egoísta y personalista para que haga de su propia vida un espacio donde no quepa nadie más, solo su ego e interés personal, no entiende que está perdiendo todo por dedicarse a los demás, esos hijos desagradecidos que ni las gracias le dan por alimentarlos y prepararles su ropa entre otras muchas otras cosas, un marido que no reconoce el esfuerzo de sacar adelante a una familia. Reconociendo el valor de su propia expresión doña Tristezina complementó: porque que a pesar que me incomode su decisión, también ellas tienen un valor y un precio por sus acciones de dedicación y entrega para que los suyos crezcan en sus vidas; uf que forma tan irracional tienen estos humanos de ver las cosas, eso me saca de quicio y me obliga a ser más dura con los demás, debemos redoblar esfuerzos pues no es posible que esto pase, no lo debemos permitir Dolorino, en donde quedará nuestro prestigio, van a hablar mal de nosotros y eso no es justo, sí que no”.

La verdad es que hasta a mí, Severino, me dio miedo escuchar cómo se enojaron, que bueno no ser persona de su interés, aunque quien sabe, más vale que me analice para no cometer el error de aceptarlos en mi vida sin estar consciente de ello, porque a todos nos puede suceder, no lo olviden.
Imagen Fuente: http://mamiverse.com/es/limpieza-ama-de-casa-44689/

Por lo extenso se dividió en tres partes

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