Buen día a todos y a todas las turisteras, en cualquiera de conceptos en
que se desenvuelvan, PRIMERAMENTE GRACIAS por sus msjs de felicitación y buenos deseos. Aquí les transcribo una reglas del “márquetin” que publica
un reconocido catedrático europeo; considero interesante analizarlas y que cada
prestador de servicios las interprete y aplique de acuerdo a las
características de su negocio, por favor cuídense porque valen mucho, SALUD…OS!!
Entrevista al catedrático de turismo Xavier Font
"Si tenemos que crecer, debe ser
de un modo que tenga el mayor beneficio para el destino"
2018 va a ser un
año prolífico en noticias relacionadas con el crecimiento de empresas
turísticas y destinos. Pero ese crecimiento puede no ser siempre del todo
saludable o incluso encontrarse con cierta contestación social o
política en determinados momentos y lugares. En la feria World Travel
Market de Londres que tuvo lugar en noviembre, coincidimos con Xavier Font, catedrático de turismo
sostenible en la Universidad de Surrey, Reino Unido. Font justo había acabado
de pronunciar una conferencia sobre cómo el marketing puede ser una eficaz
herramienta para promover un turismo más responsable en los destinos que desean
crecer.
Xavier Font, en la feria World Travel Market de Londres.
Numerosas empresas y destinos están preparando
planes de crecimiento para 2018. ¿Pero crecer en turismo qué puede significar?
Si
tenemos que crecer, creo que debe ser de un modo que tenga el mayor beneficio
para el destino. En inglés hay una expresión que dice "El crecimiento es
vanidad y la rentabilidad es salud mental".
Una expresión bastante contundente...
En
efecto: lo que necesitas mirar son los márgenes de beneficio. En cambio, lo que
hacen muchos destinos es crecer en volumen pero cada vez tienen un margen de
beneficio más pequeño.
¿Y cómo deberían reorientarse esos destinos
entonces?
Primera
regla: debemos buscar fórmulas de marketing y crecimiento donde se reduzcan los
impactos medioambientales y sociales.
Por
ejemplo, en Copenhague el 80% de toda la comida que compra el sector público
-incluyendo la institución ferial de la ciudad- es orgánica. En la capital
danesa además, el 70% de todos los hoteles están certificados como sostenibles.
Y si quieres ser proveedor de un congreso en esa ciudad tienes que tener el
certificado de sostenible, lo mismo si quieres operar un restaurante dentro de
una feria. O eres sostenible o te quedas fuera de los contratos.
¿Todos esos certificados qué relación tendrían con
el crecimiento?
Un
indicador de crecimiento tendría que ser el porcentaje de nuestros servicios
turísticos que son reconocidos como sostenibles, para de este modo tener un
beneficio mejor en el destino.
Vayamos a la segunda regla...
Reduce la huella del carbono del transporte. Ya
sabemos que queremos crecer. Pero atención, un turista que viaja a Barcelona,
Copenhague o Amsterdam y pasa dos noches en la ciudad tiene la misma huella de
carbono que un turista que pasa noches. Y es que más del 80% de la huella de
carbono es el vuelo.
Si
hacemos marketing para tener más actividad, hagámoslo para crecer en el número
de noches, no solo en el número de clientes. De esta manera iremos mucho mejor.
Así que otro indicador debería ser la huella de carbono por viajero y día. Para
ello debemos encontrar fórmulas de marketing que nos permitan crecer mientras
podamos reducir al mismo tiempo ese impacto medioambiental.
¿Cuál sería la tercera regla?
Normaliza el comportamiento de los viajeros. Está
claro que cuando viajas por primera vez a un destino X te comportas como un
turista. Pero si vas por segunda, tercera o cuarta vez cada vez vas conociendo
algo más de las costumbres, etc. ¿Cómo es que el marketing que hacen casi todas
las agencias de turismo es para atraer clientes de primera visita?
Será lo más fácil, imagino...
Nuestro
marketing debería enfocarse a los clientes que se pueden integrar en nuestra
cultura y economía mucho mejor. Un cliente que ha viajado varias veces al mismo
destino ha desarrollado un cierto amor por el lugar y quiere comenzar a
comportarse más como un local. No estoy diciendo a los destinos que dejen de
crecer, pero pensemos de qué manera crecemos.
¿Cuál sería la cuarta regla?
Reduce
la estacionalidad y redistribuye el turismo geográficamente. La campaña
"101 cosas que puedes hacer en Nueva York" es muy potente porque te
redistribuye el turismo. Y a escala mucho más pequeña, yo mismo he estado
trabajando con destinos donde se hizo una lista de joyeros que hacen piezas a
medida, o el visitante puede aprender a hacer artesanía, etc. A esa persona la
ves pasar por la calle y no sabes si es un turista o un residente: simplemente
ves que está gastando dinero en la economía local. Por tanto, un indicador
importante sería el índice de saturación del turismo, algo que en este momento
no miramos.
¿Y la quinta regla?
Compensa los impactos negativos causados por el
turismo: aumenta el gasto de los visitantes en productos y servicios que
beneficien el destino, promueve pequeños negocios locales, facilita el empleo
de grupos sociales desfavorecidos...
Es decir, no miremos simplemente cuánto dinero gasta un turista, sino cómo ha
repercutido ese dinero en el destino. Quizá un turista esté gastando menos,
pero puede estar comprando un tipo de producto que repercuta mejor en la
economía local. Por eso necesitamos una forma más sofisticada de recoger los
datos sobre cuál es el impacto de gasto turístico.
¿Conclusión?
Crece
en tu margen de beneficio, no crezcas en volumen.