TURISMOFOBIA…
¿?
Buen día para ellos y para Ellas, el título parece película de terror,
¿verdad? Pues resulta que el turismo también puede ocasionar serios problemas
en aquellos destinos que se han convertido en sitios frecuentes, y sea por los
fines de semana o por periodos de vacaciones, en México encontramos algunos de
este tipo, como son Cuernavaca, Morelos a la que abarrotan los visitantes tanto
de la Cd de México como de otros lugares aledaños, buscando el excelente clima
que priva durante casi todo el año, a pesar de los grandes problemas que se
están viviendo por la inseguridad; otro de estos lugares que se ve afectado lo
es Puebla de los Ángeles, Puebla, que también por su cercanía a la Capital de
República es receptora en fines de semana, puentes y vacaciones de grandes cantidades
de turistas; este fenómeno se aprecia en varios estados de la Federación y
Sonora no es la excepción, en San Carlos Nuevo Guaymas podemos apreciar esta
situación que fastidia a los residentes permanentes del puerto; en fin, podemos
decir que nunca estamos conformes. A este fenómeno se le ha denominado TURISMOFOBIA,
que a decir del Índice de Irritación de Doxey (Irridex) es cuando un destino
presenta cinco etapas de acuerdo a lo siguiente:
1.
Euforia.- Los
visitantes son bienvenidos, hay oportunidades para la población local, y los
flujos de dinero nuevo – pero hay poco de planificación.
2.
Apatía.-Los
visitantes se dan por sentados y se
convierten en objetivos de lucro. El contacto se hace más formal.
3.
Molestias.-Saturación
se aborda, con mucha gente visitando el destino para que siga siendo divertido
– especialmente en la temporada alta. Esto hace que los residentes locales a
comenzar a tener dudas sobre el turismo. Planificadores de tratar de resolver
este problema mediante el aumento de la infraestructura en lugar de limitar el
crecimiento.
4.
Antagonismo.-Abrir
la irritación (incluyendo a veces fuertes niveles de aversión), pero la
planificación es de recuperación. La promoción es mayor para compensar el
deterioro de la reputación de destino. Los turistas se están (y probablemente
sienten) engañados, sin embargo, también están siendo culpados por aumento de
la delincuencia y los impuestos, y para todo tipo de problemas cotidianos.
5.
Aceptación.-El
lugar ha cambiado de forma permanente. El cambio es ahora aceptado por los
residentes. Se han olvidado de lo que el área era antes de los primeros
turistas llegaron.
En
conclusión, Doxey indica que esto no tiene ninguna base científica y merece el
valor que se le quiera dar.
Pues
bien, resulta que los holandeses ya tomaron cartas en el asunto y están
buscando la forma de revertir los efectos de este fenómeno social que pareciera
cosa de niños, pero que a los residentes les puede causar verdadera “irritación”,
ya sea por lo abarrotado de sus calles, el sobre uso de servicios de todo tipo,
falta de alimentos y las molestias naturales que causamos cuando somos parte
del turismo tales como: problemas de tránsito, roces personales con la
población; exceso de desperdicios y sobre todo, la prepotencia de algunos
visitantes que consideran que su dinero es lo más importante y se puede decir
que se sienten con la libertad de hacer y deshacer a su antojo; he aquí lo que han
considerado en Ámsterdam, el país donde más libertades sociales se permiten:
Ámsterdam busca ideas para combatir exceso de turismo
Por MIKE CORDER, Associated Press Updated 9:14 am,
Monday, December 11, 2017
En esta foto del 11 de mayo del 2016, la frase "Váyanse" está pintada en un mapa de rutas para bicicletas en Amsterdam. La ciudad, como otras en Europa, está siendo abrumada por un exceso de turistas que están agotando la paciencia de los residentes. (AP Foto/Peter Dejong)
AMSTERDAM (AP) — Un grupo de
ciclistas se ven obligados a apretar los frenos cuando un hombre con una maleta
con ruedas se detiene abruptamente en medio de una transitada carrilera para
bicicletas en Ámsterdam para recoger una bolsa que dejó caer.
"Si esperamos un poco más,
probablemente empezará a cepillarse los dientes”, dijo uno de los ciclistas,
evidentemente exasperado.
Es una escena emblemática del
problema de exceso de turismo que está atestando las calles de ciudades como Ámsterdam,
Roma, Barcelona y Venecia.
La capital holandesa, con sus
célebres canales, estrechas callejuelas y una red de callejones en su zona
roja, está tomando medidas para combatir el problema, tratando de mantener la
ciudad atractiva para residentes y turistas por igual. Pero algunos dicen que
no es suficiente.
Las estadías de una noche en hoteles
aquí subieron de poco más de 8 millones en el 2006 a 14 millones en el 2016. El
número de visitantes a la Casa de Anna Frank ha fijado récords en siete años
consecutivos, y llegó a casi 1,3 millones el año pasado.
Todos los fines de semana, el centro
de la ciudad es abrumado por visitantes extranjeros en bares de mala muerte y
clubes de desnudistas. Los turistas se paran a mirar a las prostitutas en la
zona roja y llenan cafés donde se vende marihuana.
El concejal Udo Kock tiene un mensaje
para los juerguistas: “Si la única razón por la que vienen a Ámsterdam es para
emborracharse, endrogarse, miren, nosotros no podemos hacer nada para
impedirlo, pero no los queremos aquí”.
No es solamente los jóvenes
visitantes que llegan a bordo de vuelos baratos y se quedan en hoteles de bajo
costo. Añádale a ello las muchedumbres de viajeros de un día en los cruceros
que atracan cerca y los huéspedes de Airbnb que arrastran ruidosamente sus
maletas por las calles adoquinadas de la ciudad, y tiene una mezcla que
exaspera a los locales.
Con atracciones como el Museo Van
Gogh, el Rijksmuseum y la Casa de Anne Frank, Ámsterdam tiene numerosos lugares
de interés más allá de la zona roja. El turismo inyecta dinero a la economía y
crea empleos, pero el impacto de millones de visitantes en una ciudad de
850.000 habitantes es alto.
"Daña el carácter de la ciudad”,
dijo Kock. “Hay barrios en los que simplemente puedes ver que la gente que
solía vivir allí no quiere vivir allí más”.
Ámsterdam está tratando de regular
los problemas, pero Kock reconoce que no hay solución mágica. “Es un problema
tan complicado que tienes que usar todas las políticas que puedas, grandes y
pequeñas. Y tratar de ser imaginativo”.
Entre las medidas en consideración está
suspender la construcción de nuevos hoteles, mover la terminal de cruceros
lejos del centro de la ciudad, prohibir tiendas sólo para turistas en las
partes viejas y prohibir las “bicicletas cerveceras”, largos bares movidos a
pedal.
Como
buen vecino del mundo, pondremos a remojar nuestra barba… ¿qué opinas?
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