Aquí les participo
este artículo sobre información turística que todos debemos conocer, considero
importante el promocionar Nuestro Hermoso País, a pesar de las condiciones de
violencia que existe.
Autor: Arturo Torres Landa
16. Tequisquiapan, Querétaro
Entre los Pueblos Mágicos favoritos de capitalinos
y queretanos está Tequisquiapan. Por su cercanía y excelente clima,
este encantador poblado se ha convertido en uno de los eslabones clave de
la Ruta del Arte, Vino y Queso de Querétaro; muestra
de ello es que el célebre Parque La Pila, en el centro de Tequisquiapan, es ya
la sede permanente del Festival Nacional del Queso y el Vino. No te
puedes despedir de este Pueblo Mágico sin conocer la iglesia de Santa María de
la Asunción, cuya fachada de color rosa destaca a mitad de la céntrica Plaza Hidalgo. ¿Buscas una experiencia única y
alternativa? Conduce 10 minutos en dirección al oeste hasta llegar a las minas
de La Trinidad, donde, en compañía de los mineros, serás testigo del proceso de
extracción de la piedra semipreciosa abundante en la zona, llamada AGATA.
15. Jerez, Zacatecas
Este pueblo enclavado en la sierra suena a trote de
caballo y tamborazo, ritmo musical que se inventó aquí. Jerez también es cuna
de Ramón López Velarde, el poeta de cuya pluma surgieron los efusivos
versos de La suave patria; la casa donde nació ‒en 1888‒ hoy aloja
al Museo Interactivo Casa Ramón López Velarde. Conoce
el Santuario de Nuestra Señora de la Soledad, custodiado por fragantes
naranjos. Quienes busquen aventura la hallarán al pie de los riscos rojizos de
la Sierra de los Cardos.Algunos alcanzan una altura de 3
mil metros, y en sus alrededores es posible realizar senderismo, observación de
aves, cabalgatas y acampadas. Por todo esto, Jerez se halla entre los Pueblos Mágicos favoritos de todo México.
Una experiencia “2×1” es lo que te ofrece este
destino, integrado por las poblaciones hermanas de San Pedro Cholula y San Andrés Cholula. En
el primero se localiza una colosal pirámide en cuya cima fue levantado el
Convento de Los Remedios, reabierto tras el #19S. Muy cerca de allí también se
ubica el Centro Artesanal, Cultural y Gastronómico Xelhua, donde
podrás adquirir piezas talladas en madera, barro rojo y textiles. Por su parte,
San Andrés presume los templos San Francisco Acatepec y Santa María
Tonanzintla, con sus fachadas tapizadas con coloridas piezas de talavera. Que
la antigüedad de sus construcciones no te disuada: San Andrés Cholula cuenta
con numerosos cafés, tiendas y restaurantes de estilo contemporáneo gracias a
su población universitaria. Une estos dos pueblos en una sola travesía
subiéndote al tranvía turístico que sale desde Puebla o desde el centro mismo
de Cholula.
13. Taxco, Guerrero
Si quieres disfrutar los múltiples atractivos que
esta joya virreinal ofrece, súbete al Turitaxco, un
autobús con recorrido guiado que sale de distintos puntos de la Ciudad de México, desde el Auditorio
Nacional hasta el Zócalo. Luego de transitar las casi 3 horas y media que
separan la capital de la República de Taxco, tendrás acceso directo a la
Iglesia de Santa Prisca y San Sebastián, con su bellísima fachada de cantera
labrada al estilo barroco. Otros de los puntos en los que se detiene el tour son
el Museo Guillermo Spratling, cuyos estantes están
colmados de objetos de origen prehispánico, así como el mural que el artista
Juan O’Gorman dedicó al emperador mexica Cuauhtémoc dentro del hotel Posada de
la Misión (en la foto). La experiencia incluye una comida buffet y, por
supuesto, tiempo para visitar talleres de platería.
12. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
En el corazón de los Altos de Chiapas se fusionan el colorido de la
cultura maya con el refinamiento arquitectónico de la Nueva España. Lo notarás
cuando camines por sus calles peatonales, cuando deambules al pie de sus
templos de filigrana con piedra o entre sus mercados, que ofrecen estímulo
constante a los sentidos. En San Cristóbal de Las Casas también hay sitio para
las propuestas de arte y gastronomía internacional: las pizzerías italianas,
restaurantes veganos y pastelerías francesas que salpican los andadores
peatonales Real de Guadalupe y 20 de Noviembre te lo demostrarán. Dedica un par
de días para explorar los alrededores; el primero para atravesar la sierra en
bicicleta hacia los pueblos indígenas de San Juan Chamula y Zinacantán. El
segundo día toma un tour hasta el fotogénico cenote Chukumaltik; si cuentas con
entrenamiento y certificación de buceo incluso podrás sumergirte en sus
profundidades.
11. Parras de la Fuente, Coahuila
Dos importantes eventos marcan la historia
del pueblo natal de Francisco I. Madero: el primero es
el establecimiento de la primera bodega vitivinícola del continente (a finales
del siglo xvi), mientras que el segundo es el encendido de la primera bombilla eléctrica
de toda América, acto realizado por Thomas Alva Edison por invitación del
abuelo del líder revolucionario. Así, notarás que Parras de la Fuente presume
un acaudalado pasado, también visible en sus construcciones, como la iglesia de
San Ignacio de Loyola, el Palacio Municipal (hecho con cantera rosa) y las
señoriales casonas de sus haciendas, algunas de las cuales todavía cultivan
vid, como Casa Madero. Los alrededores desérticos guardan sorpresas como
el Cañón de Lima, donde podrás escalar o hacer rapel
en sus paredes de más de 40 metros de altura, así como practicar cañonismo e
incluso nadar.
10. Huauchinango, Puebla
Verdor y embrujo nahua te esperan en esta localidad
del noroeste de Puebla, reconocible por sus
tejados cubiertos por la neblina que baja de la sierra. En el centro, sobre la
Plaza Constitución, verás a las mujeres del pueblo portando blusas con vibrantes bordados mientras ofrecen comida y
artesanías; no tendrás que caminar mucho para llegar a la Iglesia del Santo
Entierro, pintoresco templo también protegido por techos de teja. Los
alrededores de Huauchinango son famosos por su exuberancia, y
como ejemplo están la Presa Tenango, de tono verde pálido y atravesada por
botes de pesca, o la cascada Totolapa. Ubicada a 15 minutos del Pueblo Mágico,
la identificarás por la poza color turquesa sobre la que deposita todo su
caudal. Amantes de la comida, apunten el siguiente nombre: tamales de puñete (es decir, del tamaño de un puño)
elaborados con frijol y hojas de papatla en la cercana comunidad de Cuacuila.
9. Cuatro Ciénegas, Coahuila
Famosas son las pozas de agua azul intenso de sus
alrededores, prodigios biológicos donde se han encontrado algunas de las formas
de vida más antiguas del planeta. Igual de inspiradoras son las cercanas dunas
de yeso blanco que, junto con los estanques antes mencionados, forman el Área Natural Protegida de Cuatro Ciénegas. Pero el
pueblo no carece de encanto: sus casitas de colores lucen más brillantes a
causa del sol desértico, mientras que la Iglesia de San José y el Palacio
Municipal son buenos ejemplos de la adusta arquitectura colonial del norte de
México. Camina por el Callejón de Guevara, remodelado hace un par de años, y
visita la casa del presidente Venustiano Carranza, hoy
convertida en museo. ¿Quieres tener mayor acercamiento con el entorno natural?
Realiza una expedición a la Sierra de la Campana, donde
aún habitan osos y venados en libertad.
8. Cuetzalan, Puebla
Otro de los Pueblos Mágicos favoritos es Cuetzalan:
rostros indígenas, cuestas empedradas, casitas de muros blancos y aroma a
lluvia son las pinceladas que forman la atmósfera mágica de
este lugar enclavado en el vértice donde las culturas nahua y totonaca se
encuentran. Durante tu visita pon oído avisor y nota cómo la mayoría de su
gente aún se comunica en la lengua de los aztecas; por su parte, los domingos
podrás presenciar la Danza de los Voladores frente
a la parroquia de San Francisco de Asís, una tradición totonaca. Acude al
mercado para admirar los bordados en telar de cintura y pepenado que
confeccionan las mujeres del pueblo; no dejes de probar sus licores hechos con
el café proveniente de la sierra circundante. Y ya que hablamos de las montañas
cercanas, intérnate en ellas para conocer La Huella, un
estanque con forma de pata de perro cuyas aguas turquesa provienen de arroyos
subterráneos. Las grutas de Chichicatzapan, también
en los alrededores, te garantizan un encuentro con túneles y galerías labradas
por las corrientes y el tiempo. Para conocer estos atractivos es necesario
contratar guías certificados.
7. Pátzcuaro, Michoacán
Su lago, quieto como espejo, lo enmarca, mientras
que sus festividades de Día de Muertos le han dado
fama internacional; sin embargo, Pátzcuaro es mucho más de lo que salta la
vista. Sus callejuelas empedradas te llevarán inevitablemente a la plaza Vasco
de Quiroga, nombrada en honor al obispo español que evangelizó la región.
Abrazada por arcos de cantera y cubierta por jardines y arboledas, allí se
ubica la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, templo católico también
fundado por “Tata Vasco”. Aprovecha que estás en la plaza para conocer la Casa de los Once Patios, edificio de estilo
andaluz que hoy es un centro de artesanías; una vez ahí pregunta por las
miniaturas de barro bruñido con pedernal, especialidad local. Para admirar la
panorámica de Pátzcuaro, con su bello entorno lacustre,
sube al mirador El Estribo, situado en la cima de un volcán extinto. Que sus
400 escalones de acceso no te espanten: podrás ascenderlos a tu ritmo mientras
largas hileras de árboles te regalan su sombra.
6. Bernal, Querétaro
El tercer monolito más grande del mundo aparecerá frente a ti ni bien te acerques a uno de los Pueblos
Mágicos favoritos de los mexicanos. A sus pies se despliega el centro
histórico, una estrecha colección de callecitas y casas de colores entre las
que destaca el templo de San Sebastián Mártir,pequeño
pero cargado de simbolismo indígena y europeo. Camina unos pasos hasta el
Centro Artesanal La Aurora, donde verás cómo los artesanos convierten la lana
en intrincados textiles; calle abajo te espera el Museo de la Máscara (¡Tiene
más de 300 piezas!), mientras que en la calle Juárez verás el Museo del Dulce Tradicional Julio Rodríguez, cuya
exposición sobre la historia de los dulces mexicanos te fascinará. ¿Buscas una
alternativa original y escalofriante? Apúntate al recorrido nocturno y acompaña
a los personajes de la obra teatral Testigos del Pasado, quienes escenificarán
las leyendas más tenebrosas de este magnético pueblo.
5. Bacalar, Quintana Roo
Desde el turquesa hasta el azul profundo, siete son
los tonos en los que la luz se descompone sobre las aguas transparentes de la
laguna de Bacalar; compruébalo a bordo de un bote turístico
o remando en kayak, y luego refréscate con un chapuzón en el Cenote Azul,
rodeado de vegetación selvática. Aquí te damos más pretextos para visitar el
quinto lugar en nuestra lista de Pueblos Mágicos favoritos, como adentrarte en
el Fuerte de San Felipe, maciza edificación que
protegió la región de las incursiones de marinos ingleses y piratas. La plaza
principal del pueblo, rematada por un quiosco, se antoja ideal para recorrerla
a pasos calmos, aunque en enero se llena de gente,
música y comparsas reunidas por el carnaval. Si te sientes con
ánimo explorador, dirígete 37 kilómetros al noreste hasta la zona arqueológica de Chacchobén: más de 20 siglos
te estarán observando desde lo alto de sus templos de piedra, por encima de la
selva.
4. Zacatlán de las Manzanas, Puebla
Renta una cabaña, pide un carga de leña y permite
que el fuego de la chimenea te caliente mientras la neblina se posa en el
exterior. Listo, ya estás tibio por fuera; ahora resta aumentar la temperatura
interna, y para ello lo mejor es beber un poco de la sidra y vinos frutales que se producen en los
alrededores del Pueblo Mágico. ¿Sientes que debes conocer más sobre esos
productos? Recorre el Museo Regional del Vino La
Primavera y aprende historia sorbo a sorbo. También en el
centro de la localidad se ubican el Conjunto Conventual Franciscano, con restos
de pintura mural religiosa, y la Parroquia de San Pedro y San
Pablo, cuyo techumbre de cedro te remitirá de inmediato a los
bosques de las cercanías. Sal del pueblo para conocer un sitio como pocos en
México: el Puente de Cristal, una
pasarela de vidrio que pende desde el barranco Los Jilgueros para brindarte una
inmejorable panorámica de la sierra poblana.
3. Atlixco, Puebla
El tercer lugar de
los Pueblos Mágicos favoritos de todo México se lo llevó Atlixco. Los
imperdibles de este sitio al pie del Popocatépetl son la Parroquia de Santa María de la Natividad, localizada
en la plaza central, y el Exconvento del Carmen, donde
hoy se instalan dos museos dedicados a exhibir los legados indígenas y
virreinales con que cuenta Atlixco; probar un helado de chile en nogada,
pinole, chapulín, ponche o mazapán sevillano en la heladería Ximitl es también
obligatorio. Pero los atractivos no quedan aquí: visita el Jardín Mágico y
asómbrate con las esculturas hechas con flores que adornan sus senderos y luego
adquiere una planta en el vivero. ¿Tu romance con la clorofila es incurable?
Date una vuelta por el Museo de Arte Bonsái John Naka, un espacio cargado de
vibra zen donde aprenderás sobre la técnica japonesa de cultivo de árboles en
miniatura. Pregunta por sus cursos y talleres o llévate a casa una de estas
bellas esculturas vivientes. De regreso en el centro de Atlixco, camina sin
rumbo sobre la Av. Hidalgo, escoltada por casonas con balcones floridos y
farolas. Si tienes claro que lo que quieres es cerveza, no te
vayas sin conocer la Cervecería 5 de Mayo, instalada en una antigua hacienda
productora de cereales. Sería imperdonable que no probaras Saga y Osadía,
sus maltas artesanales.
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2. Álamos, Sonora
Su riqueza se la debe a La Europea; su fama
reciente a “La Doña”. La primera es el nombre de la mina descubierta al pie de
la Sierra de Álamos, generosa en vetas de platas, mientras que la segunda no
necesita presentación; basta con recordarte que en este pueblo del sur de
Sonora creció la insustituible María Félix. Sus
calles parecen detenidas en el tiempo, y quizás sea por ello que se le
considera una de las poblaciones coloniales más auténticas y mejor conservadas
del norte de México. Aprovecha que su ritmo es calmo y piérdete entre los
jardines de la Hacienda de los Santos, hotel
boutique que le dio nueva vida a una finca propiedad de un antiguo magnate
minero; su spa ‒cabe destacar‒ cuenta con reconocimientos internacionales. La
vista de Álamos, con sus tejados y paredes blancas tendidas al sol, lo han
hecho acreedor del segundo lugar en nuestro
concurso de Pueblos Mágicos favoritos de todo México.
1. Orizaba, Veracruz
¡El primer lugar de los Pueblos Mágicos favoritos
es para… Orizaba! ¿Será acaso por sus rincones que evocan tonadas infantiles?
¿O quizás por su encanto tropical, su garbo europeo, sus árboles siempre en
flor? Los motivos sobran, y por ello tú lo elegiste como el número uno de la lista de los
Pueblos Mágicos favoritos de México desconocido. Si no lo
conoces, comienza subiendo al teleférico, el tercero más largo de la República,
desde el cual tendrás una panorámica excelente de Orizaba y de las montañas que la resguardan. El Palacio de Hierro no debe faltar en tu
itinerario, pues se trata del único edificio art nouveau elaborado en metal en
todo el mundo. Su constructor fue Gustave Eiffel (sí,
el mismo que diseñó la torre de París); sus jardines permanecen frescos a causa
de sus fuentes y palmeras, y sus salones interiores siempre están abiertos al
conocimiento pues dan cabida al Museo de la Cerveza, al Museo del Valle de Orizaba y a la Biblioteca Pública; además,
en la Catedral de San Miguel, en el centro, verás otro
guiño parisino: su reloj, fabricado en la Ciudad Luz. Ahora que, si echas de
menos el picor en tu recorrido, debes hacer una escala en el Mercado Cerritos
para degustar un chileatole o los pambazos de carne polaca, delicias locales.
Viajeros nuevos y reincidentes a Orizaba, novedad en el radar: el Museo de Cri-Crí abrió en mayo de 2017 y ocupa
un espacio del Poliforum Mier y Pesado. Está
dedicado a celebrar la obra musical del autor que nos enseñó a imaginar a
millones de mexicanos, Francisco Gabilondo Soler, cuyas
melodías no dejarás de tararear cuando veas las recreaciones de sus canciones.
Así, no nos queda más espacio para seguirte
sugiriendo planes en Orizaba, que llegó tan alto en tus gustos como elevado es
el pico que lleva su nombre. Solo nos resta invitarte a que lo descubras, al
igual que con todos los sitios que han recibido el honor ser nombrados Pueblos Mágicos: 111 excelentes razones para
re-enamorarnos de México.
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