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viernes, 20 de abril de 2018


Aquí les participo este artículo sobre información turística que todos debemos conocer, considero importante el promocionar Nuestro Hermoso País, a pesar de las condiciones de violencia que existe.
 Estos son los 16 Pueblos Mágicos favoritos de todo México

                                                  16. Tequisquiapan, Querétaro
Entre los Pueblos Mágicos favoritos de capitalinos y queretanos está Tequisquiapan. Por su cercanía y excelente clima, este encantador poblado se ha convertido en uno de los eslabones clave de la Ruta del Arte, Vino y Queso de Querétaro; muestra de ello es que el célebre Parque La Pila, en el centro de Tequisquiapan, es ya la sede permanente del Festival Nacional del Queso y el Vino. No te puedes despedir de este Pueblo Mágico sin conocer la iglesia de Santa María de la Asunción, cuya fachada de color rosa destaca a mitad de la céntrica Plaza Hidalgo. ¿Buscas una experiencia única y alternativa? Conduce 10 minutos en dirección al oeste hasta llegar a las minas de La Trinidad, donde, en compañía de los mineros, serás testigo del proceso de extracción de la piedra semipreciosa abundante en la zona, llamada AGATA.


15. Jerez, Zacatecas
Este pueblo enclavado en la sierra suena a trote de caballo y tamborazo, ritmo musical que se inventó aquí. Jerez también es cuna de Ramón López Velarde, el poeta de cuya pluma surgieron los efusivos versos de La suave patria; la casa donde nació ‒en 1888‒ hoy aloja al Museo Interactivo Casa Ramón López Velarde. Conoce el Santuario de Nuestra Señora de la Soledad, custodiado por fragantes naranjos. Quienes busquen aventura la hallarán al pie de los riscos rojizos de la Sierra de los Cardos.Algunos alcanzan una altura de 3 mil metros, y en sus alrededores es posible realizar senderismo, observación de aves, cabalgatas y acampadas. Por todo esto, Jerez se halla entre los Pueblos Mágicos favoritos de todo México. 


    
                                                            14. Cholula, Puebla
Una experiencia “2×1” es lo que te ofrece este destino, integrado por las poblaciones hermanas de San Pedro Cholula y San Andrés Cholula. En el primero se localiza una colosal pirámide en cuya cima fue levantado el Convento de Los Remedios, reabierto tras el #19S. Muy cerca de allí también se ubica el Centro Artesanal, Cultural y Gastronómico Xelhua, donde podrás adquirir piezas talladas en madera, barro rojo y textiles. Por su parte, San Andrés presume los templos San Francisco Acatepec y Santa María Tonanzintla, con sus fachadas tapizadas con coloridas piezas de talavera. Que la antigüedad de sus construcciones no te disuada: San Andrés Cholula cuenta con numerosos cafés, tiendas y restaurantes de estilo contemporáneo gracias a su población universitaria. Une estos dos pueblos en una sola travesía subiéndote al tranvía turístico que sale desde Puebla o desde el centro mismo de Cholula.



                                                             13. Taxco, Guerrero
Si quieres disfrutar los múltiples atractivos que esta joya virreinal ofrece, súbete al Turitaxco, un autobús con recorrido guiado que sale de distintos puntos de la Ciudad de México, desde el Auditorio Nacional hasta el Zócalo. Luego de transitar las casi 3 horas y media que separan la capital de la República de Taxco, tendrás acceso directo a la Iglesia de Santa Prisca y San Sebastián, con su bellísima fachada de cantera labrada al estilo barroco. Otros de los puntos en los que se detiene el tour son el Museo Guillermo Spratling, cuyos estantes están colmados de objetos de origen prehispánico, así como el mural que el artista Juan O’Gorman dedicó al emperador mexica Cuauhtémoc dentro del hotel Posada de la Misión (en la foto). La experiencia incluye una comida buffet y, por supuesto, tiempo para visitar talleres de platería.


                                         12. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
En el corazón de los Altos de Chiapas se fusionan el colorido de la cultura maya con el refinamiento arquitectónico de la Nueva España. Lo notarás cuando camines por sus calles peatonales, cuando deambules al pie de sus templos de filigrana con piedra o entre sus mercados, que ofrecen estímulo constante a los sentidos. En San Cristóbal de Las Casas también hay sitio para las propuestas de arte y gastronomía internacional: las pizzerías italianas, restaurantes veganos y pastelerías francesas que salpican los andadores peatonales Real de Guadalupe y 20 de Noviembre te lo demostrarán. Dedica un par de días para explorar los alrededores; el primero para atravesar la sierra en bicicleta hacia los pueblos indígenas de San Juan Chamula y Zinacantán. El segundo día toma un tour hasta el fotogénico cenote Chukumaltik; si cuentas con entrenamiento y certificación de buceo incluso podrás sumergirte en sus profundidades.


11. Parras de la Fuente, Coahuila
Dos importantes eventos marcan la historia del pueblo natal de Francisco I. Madero: el primero es el establecimiento de la primera bodega vitivinícola del continente (a finales del siglo xvi), mientras que el segundo es el encendido de la primera bombilla eléctrica de toda América, acto realizado por Thomas Alva Edison por invitación del abuelo del líder revolucionario. Así, notarás que Parras de la Fuente presume un acaudalado pasado, también visible en sus construcciones, como la iglesia de San Ignacio de Loyola, el Palacio Municipal (hecho con cantera rosa) y las señoriales casonas de sus haciendas, algunas de las cuales todavía cultivan vid, como Casa Madero. Los alrededores desérticos guardan sorpresas como el Cañón de Lima, donde podrás escalar o hacer rapel en sus paredes de más de 40 metros de altura, así como practicar cañonismo e incluso nadar.


                                                   10. Huauchinango,  Puebla
Verdor y embrujo nahua te esperan en esta localidad del noroeste de Puebla, reconocible por sus tejados cubiertos por la neblina que baja de la sierra. En el centro, sobre la Plaza Constitución, verás a las mujeres del pueblo portando blusas con vibrantes bordados mientras ofrecen comida y artesanías; no tendrás que caminar mucho para llegar a la Iglesia del Santo Entierro, pintoresco templo también protegido por techos de teja. Los alrededores de Huauchinango son famosos por su exuberancia, y como ejemplo están la Presa Tenango, de tono verde pálido y atravesada por botes de pesca, o la cascada Totolapa. Ubicada a 15 minutos del Pueblo Mágico, la identificarás por la poza color turquesa sobre la que deposita todo su caudal. Amantes de la comida, apunten el siguiente nombre: tamales de puñete (es decir, del tamaño de un puño) elaborados con frijol y hojas de papatla en la cercana comunidad de Cuacuila.


                                               9. Cuatro Ciénegas,  Coahuila
Famosas son las pozas de agua azul intenso de sus alrededores, prodigios biológicos donde se han encontrado algunas de las formas de vida más antiguas del planeta. Igual de inspiradoras son las cercanas dunas de yeso blanco que, junto con los estanques antes mencionados, forman el Área Natural Protegida de Cuatro Ciénegas. Pero el pueblo no carece de encanto: sus casitas de colores lucen más brillantes a causa del sol desértico, mientras que la Iglesia de San José y el Palacio Municipal son buenos ejemplos de la adusta arquitectura colonial del norte de México. Camina por el Callejón de Guevara, remodelado hace un par de años, y visita la casa del presidente Venustiano Carranza, hoy convertida en museo. ¿Quieres tener mayor acercamiento con el entorno natural? Realiza una expedición a la Sierra de la Campana, donde aún habitan osos y venados en libertad.


                                                         8. Cuetzalan, Puebla
Otro de los Pueblos Mágicos favoritos es Cuetzalan: rostros indígenas, cuestas empedradas, casitas de muros blancos y aroma a lluvia son las pinceladas que forman la atmósfera mágica de este lugar enclavado en el vértice donde las culturas nahua y totonaca se encuentran. Durante tu visita pon oído avisor y nota cómo la mayoría de su gente aún se comunica en la lengua de los aztecas; por su parte, los domingos podrás presenciar la Danza de los Voladores frente a la parroquia de San Francisco de Asís, una tradición totonaca. Acude al mercado para admirar los bordados en telar de cintura y pepenado que confeccionan las mujeres del pueblo; no dejes de probar sus licores hechos con el café proveniente de la sierra circundante. Y ya que hablamos de las montañas cercanas, intérnate en ellas para conocer La Huella, un estanque con forma de pata de perro cuyas aguas turquesa provienen de arroyos subterráneos. Las grutas de Chichicatzapan, también en los alrededores, te garantizan un encuentro con túneles y galerías labradas por las corrientes y el tiempo. Para conocer estos atractivos es necesario contratar guías certificados.


                                                     7. Pátzcuaro, Michoacán
Su lago, quieto como espejo, lo enmarca, mientras que sus festividades de Día de Muertos le han dado fama internacional; sin embargo, Pátzcuaro es mucho más de lo que salta la vista. Sus callejuelas empedradas te llevarán inevitablemente a la plaza Vasco de Quiroga, nombrada en honor al obispo español que evangelizó la región. Abrazada por arcos de cantera y cubierta por jardines y arboledas, allí se ubica la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, templo católico también fundado por “Tata Vasco”. Aprovecha que estás en la plaza para conocer la Casa de los Once Patios, edificio de estilo andaluz que hoy es un centro de artesanías; una vez ahí pregunta por las miniaturas de barro bruñido con pedernal, especialidad local. Para admirar la panorámica de Pátzcuaro, con su bello entorno lacustre, sube al mirador El Estribo, situado en la cima de un volcán extinto. Que sus 400 escalones de acceso no te espanten: podrás ascenderlos a tu ritmo mientras largas hileras de árboles te regalan su sombra.

                                                          6. Bernal, Querétaro
El tercer monolito más grande del mundo aparecerá frente a ti ni bien te acerques a uno de los Pueblos Mágicos favoritos de los mexicanos. A sus pies se despliega el centro histórico, una estrecha colección de callecitas y casas de colores entre las que destaca el templo de San Sebastián Mártir,pequeño pero cargado de simbolismo indígena y europeo. Camina unos pasos hasta el Centro Artesanal La Aurora, donde verás cómo los artesanos convierten la lana en intrincados textiles; calle abajo te espera el Museo de la Máscara (¡Tiene más de 300 piezas!), mientras que en la calle Juárez verás el Museo del Dulce Tradicional Julio Rodríguez, cuya exposición sobre la historia de los dulces mexicanos te fascinará. ¿Buscas una alternativa original y escalofriante? Apúntate al recorrido nocturno y acompaña a los personajes de la obra teatral Testigos del Pasado, quienes escenificarán las leyendas más tenebrosas de este magnético pueblo.


                                                     5. Bacalar, Quintana Roo
Desde el turquesa hasta el azul profundo, siete son los tonos en los que la luz se descompone sobre las aguas transparentes de la laguna de Bacalar; compruébalo a bordo de un bote turístico o remando en kayak, y luego refréscate con un chapuzón en el Cenote Azul, rodeado de vegetación selvática. Aquí te damos más pretextos para visitar el quinto lugar en nuestra lista de Pueblos Mágicos favoritos, como adentrarte en el Fuerte de San Felipe, maciza edificación que protegió la región de las incursiones de marinos ingleses y piratas. La plaza principal del pueblo, rematada por un quiosco, se antoja ideal para recorrerla a pasos calmos, aunque en enero se llena de gente, música y comparsas reunidas por el carnaval. Si te sientes con ánimo explorador, dirígete 37 kilómetros al noreste hasta la zona arqueológica de Chacchobén: más de 20 siglos te estarán observando desde lo alto de sus templos de piedra, por encima de la selva.


                                            4. Zacatlán de las Manzanas, Puebla
Renta una cabaña, pide un carga de leña y permite que el fuego de la chimenea te caliente mientras la neblina se posa en el exterior. Listo, ya estás tibio por fuera; ahora resta aumentar la temperatura interna, y para ello lo mejor es beber un poco de la sidra y vinos frutales que se producen en los alrededores del Pueblo Mágico. ¿Sientes que debes conocer más sobre esos productos? Recorre el Museo Regional del Vino La Primavera y aprende historia sorbo a sorbo. También en el centro de la localidad se ubican el Conjunto Conventual Franciscano, con restos de pintura mural religiosa, y la Parroquia de San Pedro y San Pablo, cuyo techumbre de cedro te remitirá de inmediato a los bosques de las cercanías. Sal del pueblo para conocer un sitio como pocos en México: el Puente de Cristal, una pasarela de vidrio que pende desde el barranco Los Jilgueros para brindarte una inmejorable panorámica de la sierra poblana.


                                                             3. Atlixco, Puebla
El tercer lugar de los Pueblos Mágicos favoritos de todo  México se lo llevó Atlixco. Los imperdibles de este sitio al pie del Popocatépetl son la Parroquia de Santa María de la Natividad, localizada en la plaza central, y el Exconvento del Carmen, donde hoy se instalan dos museos dedicados a exhibir los legados indígenas y virreinales con que cuenta Atlixco; probar un helado de chile en nogada, pinole, chapulín, ponche o mazapán sevillano en la heladería Ximitl es también obligatorio. Pero los atractivos no quedan aquí: visita el Jardín Mágico y asómbrate con las esculturas hechas con flores que adornan sus senderos y luego adquiere una planta en el vivero. ¿Tu romance con la clorofila es incurable? Date una vuelta por el Museo de Arte Bonsái John Naka, un espacio cargado de vibra zen donde aprenderás sobre la técnica japonesa de cultivo de árboles en miniatura. Pregunta por sus cursos y talleres o llévate a casa una de estas bellas esculturas vivientes. De regreso en el centro de Atlixco, camina sin rumbo sobre la Av. Hidalgo, escoltada por casonas con balcones floridos y farolas. Si tienes claro que lo que quieres es cerveza, no te vayas sin conocer la Cervecería 5 de Mayo, instalada en una antigua hacienda productora de cereales. Sería imperdonable que no probaras Saga y Osadía, sus maltas artesanales.
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                                                          2. Álamos, Sonora
Su riqueza se la debe a La Europea; su fama reciente a “La Doña”. La primera es el nombre de la mina descubierta al pie de la Sierra de Álamos, generosa en vetas de platas, mientras que la segunda no necesita presentación; basta con recordarte que en este pueblo del sur de Sonora creció la insustituible María Félix. Sus calles parecen detenidas en el tiempo, y quizás sea por ello que se le considera una de las poblaciones coloniales más auténticas y mejor conservadas del norte de México. Aprovecha que su ritmo es calmo y piérdete entre los jardines de la Hacienda de los Santos, hotel boutique que le dio nueva vida a una finca propiedad de un antiguo magnate minero; su spa ‒cabe destacar‒ cuenta con reconocimientos internacionales. La vista de Álamos, con sus tejados y paredes blancas tendidas al sol, lo han hecho acreedor del segundo lugar en nuestro concurso de Pueblos Mágicos favoritos de todo México.


                                                          1. Orizaba, Veracruz
¡El primer lugar de los Pueblos Mágicos favoritos es para… Orizaba! ¿Será acaso por sus rincones que evocan tonadas infantiles? ¿O quizás por su encanto tropical, su garbo europeo, sus árboles siempre en flor? Los motivos sobran, y por ello tú lo elegiste como el número uno de la lista de los Pueblos Mágicos favoritos de México desconocido. Si no lo conoces, comienza subiendo al teleférico, el tercero más largo de la República, desde el cual tendrás una panorámica excelente de Orizaba y de las montañas que la resguardan. El Palacio de Hierro no debe faltar en tu itinerario, pues se trata del único edificio art nouveau elaborado en metal en todo el mundo. Su constructor fue Gustave Eiffel (sí, el mismo que diseñó la torre de París); sus jardines permanecen frescos a causa de sus fuentes y palmeras, y sus salones interiores siempre están abiertos al conocimiento pues dan cabida al Museo de la Cerveza, al Museo del Valle de Orizaba y a la Biblioteca Pública; además, en la Catedral de San Miguel, en el centro, verás otro guiño parisino: su reloj, fabricado en la Ciudad Luz. Ahora que, si echas de menos el picor en tu recorrido, debes hacer una escala en el Mercado Cerritos para degustar un chileatole o los pambazos de carne polaca, delicias locales. Viajeros nuevos y reincidentes a Orizaba, novedad en el radar: el Museo de Cri-Crí abrió en mayo de 2017 y ocupa un espacio del Poliforum Mier y Pesado. Está dedicado a celebrar la obra musical del autor que nos enseñó a imaginar a millones de mexicanos, Francisco Gabilondo Soler, cuyas melodías no dejarás de tararear cuando veas las recreaciones de sus canciones.

Así, no nos queda más espacio para seguirte sugiriendo planes en Orizaba, que llegó tan alto en tus gustos como elevado es el pico que lleva su nombre. Solo nos resta invitarte a que lo descubras, al igual que con todos los sitios que han recibido el honor ser nombrados Pueblos Mágicos: 111 excelentes razones para re-enamorarnos de México.


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